40 años
Son cuarenta ya los años,
los años que has celebrado,
acompañado de cariños,
acompañado de los más cercanos,
y todo ellos te han felicitado.
—
Facil no parece ser,
el hecho de envejecer,
pues no se le escapa a nadie,
que no es lo deseable,
pero en tu caso es asombroso,
lo bien que llevas este caso.
—
Es una edad curiosa,
el teórico ecuador de la vida,
sobre ti ahora mismo pesa,
pero sé que tienes fuerza,
para esto y mucho más.
—
Felicidades te deseamos,
a tu lado siempre estamos,
porque sabes que te queremos,
sabes que te amamos,
por eso te felicitamos.
—
Cada vez tienes más años,
cada vez más joven te veo,
gran cabeza de familia,
como hombre un ejemplo,
al que seguir en todo momento.
—
Joven sigues siendo,
cada vez más maduro,
siempre te veo como,
un responsable adulto,
todo un diamante en bruto.
—
Hoy es tu cumpleaños,
es lo que todos celebramos,
tu familia y amigos,
por tu causa reunidos,
una causa más que admirable,
te deseamos felicidades.
—
Hace días que tengo,
para ti preparado,
con cariño mi regalo,
hasta un lazo he atado,
pues sabes que te aprecio,
y contigo quiero celebrarlo.
—
Cada día a tu lado,
es sin duda un regalo,
siempre así te lo he mostrado,
sabes que siempre te he admirado,
felicidades por adelantado.
—
Somos muchos los que estamos,
junto a ti hoy congregados,
felizmente reunidos,
acompañándote como hermanos,
sinceramente te felicitamos.
—
Solo espero de estas letras,
que al corazón te lleguen,
pues son como maletas,
que sin nada dentro no valen,
son mis propias ideas,
las que estas contienen.
—
Cada día que pasa,
soy más feliz de tenerte en casa,
valoro todo lo que me ayudas,
valoro todo lo que me enseñas,
pero siempre con tu defensa,
la igualdad por bandera.
—
Tus amigos y familia,
felices en este día,
tu satisfacción y simpatía,
nos llena de alegría,
felicidades en tu día.
—
Las ocasiones que tengo,
para contarte esto,
son en todo caso limitadas,
así que quise aprovecharlo,
asegurarme que supieras,
que lo mereces todo,
el cielo tienes ganado.
—
Todos nosotros,
los aquí reunidos,
de verte estamos orgullosos,
orgullo de haberte conocido,
orgullo de estar contigo.
—
No te sientas para nada triste
por llegar a los cuarenta años.
Sigue teniendo el espíritu joven,
al fin y al cabo, es lo que cuenta.
Felicidades.
—
Felicidades por llegar a los cuarenta
manteniendo tu elegancia y tu belleza.
Por favor, cuéntanos el secreto
de tan dilatada juventud.
Qué hay que hacer en concreto
para ser tan guapo como tú.
—
A pesar de llegar a los cuarenta
pareces un guapo adolescente,
pero más sabio y con más experiencia.
Eso es una verdadera suerte.
—
Ríete de la crisis de los cuarenta
porque estás hecho un pincel,
que pinta trazos alegres y jóvenes
por todos los recovecos de mi piel.
—
Hay cosas que la edad no quita ni concede,
como tu infinita e irresistible belleza,
que se mantiene intacta a los cuarenta.
—
Al llegar a los cuarenta
hay que vivir una segunda juventud
disfrutando de la vida con vehemencia
y alcanzando la plenitud.
—
El inicio y el final de la felicidad
no tienen nada que ver con la edad,
sino con el espíritu que uno tenga.
Conserva el alma inquieta y joven
y nunca perderás tu belleza.
—
Ya eres un fruto maduro
irresistible al paladar.
Un avión con el rodaje,
con el que se puede volar.
—
Quién pudiera llegar a los cuarenta
tan joven como tu lo has hecho, amigo.
por favor, cuéntanos la fórmula secreta
para que también nos sonría así el destino.
—
Como una dulce fruta en su esplendor
estás tú, amiga, a los cuarenta,
llena de vigor y energía
e intacta tu belleza.
Enséñanos la manera
de lograr tal proeza.
—
No pierdas nunca la ilusión
sigue sintiéndote joven y alegre,
disfrutando de cada episodio
que la vida gentil te ofrece.
Los momentos tristes se van
por el sendero de la felicidad
y toda desdicha se desvanece.
—
Los temidos cuarenta
llaman ya a tu puerta.
Ten siempre en cuenta
que tu edad representa
valores y experiencia.
—
Es un gusto verte cumplir
la edad de los cuarenta.
Yo solo puedo presumir
y sentirme muy contenta
de contar con tu presencia.
—
Es tal la belleza de tu madurez,
cumplidos ya los cuarenta años,
que doy mil gracias por tener
a una mujer como tú a mi lado,
que cada año está más guapa
y a mí me tiene más enamorado.
—
Como una hermosa fruta madura
quiero que tú siempre te mantengas.
Debes estar completamente segura
de que no has perdido la belleza,
sino que con los años más se ha definido
tu hermoso rostro colmado de nobleza.
—
Con que elegancia
estrenas los cuarenta,
irradiando esa fragancia
que a mi me embelesa.
No hay mujer más seductora
que mi fiel compañera.